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09/05/2024
WILSON SIMONAL, DE ÍDOLO A "SOPLÓN" DE LA POLICÍA Y EL OSTRACISMO
Gloria y derrumbe de una estrella
Con una presencia escénica sin igual durante la década de 1960, Wilson Simonal se convirtió en uno de los cantantes brasileños más destacados de la escena nacional. Con el apoyo popular en los festivales, se hizo un nombre al transformar una audiencia de 30.000 personas en Maracanãzinho en miembros de su coro, enseñando "Meu Limão, Meu Limoeiro" durante una presentación.
Sin embargo, el inicio de la década de 1970 estuvo marcado por un cambio en la imagen del cantante; toda la fama se fue por el desagüe y, en lugar del éxito, sólo quedó el ostracismo. Todo comenzó en 1971, cuando el nombre de Wilson Simonal llegó a los titulares de forma negativa. En ese momento, uno de sus ex contadores lo acusó de secuestro.
Meses antes de la inolvidable acusación, la empresa de la estrella , Simonal Produções Artísticas, estaba haciendo un balance anual, en septiembre de 1970. Debido al volumen de cuentas impagas, Simonal sospechó que algo anda a mal y ordenó a su empleado, Ruy Brizolla , que investigar la situación.
El 24 de septiembre, Brizolla llamó a un amigo suyo de São Paulo, Raphael Viviani , quien comenzó a ayudar con las finanzas de la empresa. Viviani pronto se dio cuenta de que la situación era grave. Los gastos registrados en la cuenta de Simonal Produções estaban relacionados con los amigos del cantante, que hacían retiros directamente de la cuenta de la empresa.
Para combatir esta situación y tener más dinero, la estrella de la música decidió renegociar el contrato que había firmado con la Rede Globo para participar en el Festival Internacional da Canção de 1970.
El cantante se molestó y amenazó con no participar en el festival. Luego de que se hiciera público el caso sobre la discusión, la televisora decidió sacar a Wilson Simonal de toda su programación.
Con todo andando mal, Simonal comenzó a desmantelar la estructura de Simonal Produções. Sospechaba de todos sus empleados y rompió con Brizolla y Viviani . El contador fue despedido en mayo de 1971 por incompetencia profesional.
Raphael Viviani interpuso una demanda laboral contra Simonal . Como el cantante creía que el contador había cometido un desfalco en Simonal Produções, para resolver el problema de una vez por todas, la estrella de la música fue acusada de recurrir a la ayuda de policías que eran agentes del DOPS (Departamento de Orden Político y Social).
Los agentes del cuerpo de represión de la dictadura habrían sido parte de una historia inventada, que quedó en un comunicado firmado por Wilson Simonal. En el documento, el cantante dijo que estaba siendo amenazado vía telefónica por su excontadora, Viviani.
Tortura y secuestro
Conduciendo el propio Opala del cantante, cedido amablemente para continuar con la investigación, los policías Hugo Corrêa de Mattos y Sérgio Andrade Guedes fueron a la casa de Viviani y le pidieron que confesara el desfalco con el cantante. El ex contador negó cualquier actitud desviada y fue llevado a la sede del DOPS, donde fue torturado durante varias horas.
Tras recibir amenazas contra su familia, Viviani firmó un comunicado en el que confesaba supuestas irregularidades. Mientras tanto, cuando habían pasado casi 20 horas desde la desaparición del excontador, la esposa del hombre presentó una denuncia de secuestro, diciendo que los dos hombres del DOPS fueron a su casa, a pedido de Simonal.
El secuestrado fue encontrado y sometido a un examen médico. Se confirmó que fue torturado y Wilson Simonal fue obligado a declarar. En respuesta, reforzó los hechos de la declaración que había firmado.
Concluida la investigación policial, el 21 de julio de 1972, Wilson Simonal fue acusado de extorsión mediante secuestro. El 11 de noviembre de 1974, el cantante fue condenado y arrestado, pero pasó solo nueve días en la cárcel hasta que los tres jueces de la 3ª Sala Penal de la Corte de Justicia de Río de Janeiro concedieron un habeas corpus para liberarlo.
Dos años después, el 3 de julio de 1976, Simonal y otros dos policías acusados lograron reclasificar el delito. En lugar de que el cargo fuera extorsión mediante secuestro, se cambió a vergüenza ilegal. Luego, la sentencia seredujo de cinco años y cuatro meses a solo seis meses. Al final del año, la estrella de la música ya estaba libre de prisión.
Carrera destruida
La acusación de extorsión mediante secuestro llevó cuesta abajo la carrera de Simonal . Llegó a ser considerado una persona non grata en la pantalla chica. Estaba siendo olvidado por los medios y por la vieja afición brasileña.
Después del episodio que involucró a su ex contador, Simonal siempre fue considerado un informante del SNI (Servicio Nacional de Información). De ahí fue un salto para él al ser acusado de entregar a varios compañeros de la clase artística a los militares.
Ya no se publicitaban los conciertos del cantante, ni se comentaban sus discos. Nadie lo entrevistó. Murió a los 62 años, víctima de una cirrosis hepática, el 25 de junio de 2000, cuando aún se quejaba del olvido al que estaba condenado.
La reputación póstuma de Simonal trató de ser mejorada por los hijos del músico, Wilson Simoninha y Max de Castro , quienes colaboraron en dos biografías, un musical y un documental sobre su padre. En 2019 se estrenó la película Simonal, un biopic que se enfoca en el talento del músico y no en su relación con DOPS.
Dirigida por Leonardo Domingues , la obra cinematográfica argumenta que el racismo agudizó las reacciones ante el secuestro de Raphael Viviani . También asegura que los rumores que circularon tras el episodio son "fake news", sobre las cuales el cantante habría denunciado a sus compañeros músicos ante el ejército. Esta tesis, sin embargo, nunca ha sido refutada o probada y sigue siendo motivo de controversia.
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