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09/05/2024
MAKING A MURDERER, DOCUMENTAL DE NETFLIX
De cuando el Estado
fabrica un asesino
“Making a murderer” puede ser considerada la madre de todos los documentales. Impactante, brutal, sobrecogedora y convincente al mango, al punto que uno quiere de inmediato salir a manifestarse contra las víctimas.
¿Quiénes son las víctimas? Pues, Steven Avery y su sobrino Brendan. Steven había salido de prisión tras 18 años de injusto encierro por una violación que no cometió. Sendos errores de la policía y la fiscalía lo condenaron.
A los 18 años de prisión, una prueba de ADN dio con el verdadero abusador que, mientras estuvo libre, siguió cometiendo violaciones. Steven sale en libertad y demanda al estado por su condena injusta. Y empezó su peor pesadilla.
A punto de resolverse su caso por una demanda de 36 millones de dólares, lo vinculan como responsable del asesinato de Teresa Halbach, una fotógrafa que horas antes de desaparecer, había estado en la propiedad de Steven, que tiene un desarmadero de autos.
La camioneta de la víctima es encontrada días después en la propiedad de Steven, 16 hectáreas en el condado de Manitowoc. La policía determina que hay sangre de Steven y de la víctima en la camioneta. Hallan algunos huesos incinerados de la asesinada, en un espacio de la propiedad de Avery donde él reconoce haber hecho fuego para quemar cubiertas.
En interrogatorios coercitivos a Brendan, que entonces tenía 16 años, con coeficiente intelectual muy por debajo del promedio, entrevistado en ausencia de su madre o de cualquier persona adulta, la policía construye un relato que culpa a Steven.
Brendan, que en principio responde a las preguntas de los policías con hechos que parecen certeros y desmienten la responsabilidad de su tío o la suya misma en el asesinato, es claramente forzado a decir que la violaron y luego la mataron a Teresa Halbach.
Las balas con que supuestamente habrían matado a Teresa, así como la llave de su camioneta, son “encontradas” varios allanamientos después de haber buscado en el mismo lugar. La llave tenía solo el ADN de Steven. Y no de la víctima, que la usaba siempre. ¿Fue limpiada antes de adherir el ADN de Steven?
No se encontraron indicios de que la víctima haya estado en el dormitorio de Steven, donde supuestamente la violaron con su sobrino Brendan. Ni ADN de la víctima en las esposas que fueron encontradas y con las que supuestamente la sujetaron a la cama.
Los perros rastreadores de la policía habían detectado un terreno vecino de los Avery donde según la defensa podrían haber matado a Teresa. La policía nunca siguió esa pista ni otra que exculparía a Steven.
No se demostró que Halbach fuera violada y degollada en el tráiler de Steven, donde no hubo una pizca de evidencia de ADN de ella. Ni forma de entender que le dispararon en el garaje sin ninguna evidencia de salpicaduras de sangre allí.
¿Cómo? Si supuestamente fue degollada, no hubo rastros de sangre de la víctima en ningún otro espacio del garaje ni del dormitorio donde según la querella fue ultrajada.
“Making a Murderer” es una serie documental que se estrenó ya hace algunos años, pero su temática y estilo permiten recomendarla siempre.
En el minucioso y hasta extenuante trabajo de investigación, la serie deja al descubierto varias irregularidades cometidas en el caso contra Avery. De hecho, fue tanto el revuelo que causó su estreno en 2015, que muchos señalan al hombre como inocente y claman su pronta liberación.
En el condado de Manitowoc y en varios otros lugares, hay con frecuencia manifestaciones a favor de los condenados a cadena perpetua, Steven y su sobrino Brendan, firmas que piden por la revisión del juicio o su liberación, dadas las razonables dudas que el documental logró instalar con un éxito arrollador.
Las autoridades de Wisconsin dicen que la serie está sesgada y que omite hechos cruciales que llevaron a que Avery y Dassey fueran hallados culpables.
Las documentalistas, en cambio, defienden su trabajo realizado a lo largo de casi una década, que en gran medida se concentra en la defensa y la perspectiva de los familiares de los condenados.
No se trata de spoiler si se afirma que tanto Steven como Brendan siguen presos en la actualidad y que los intentos de sus abogados no han tenido la suerte de que el caso sea revisado.
En la segunda temporada, el documental se centra en la lucha de la abogada Kathleen Zellner, que sigue trabajando en la búsqueda de la liberación de Avery. En su cuenta de Twitter (@ZellnerLaw) tiene un tweet fijado que dice “Si crees que Steven Avery ha renunciado a ser liberado, ¡piénsalo de nuevo! Está rodeado de personas que lo aman y lo apoyan. Trabajamos en su caso todos los días y prevaleceremos ... puedes contar con ello. !!!!”
Zellner desmonta una por una las “pruebas” obtenidas por la policía y la fiscalía, pero no logra aún ser escuchada.
La “docuserie” es de impacto mundial. Algunos ejemplos: El País, de España, dijo “'Making a murderer', la serie que te hará subir al sofá y gritar a la pantalla”, añadiendo que “Hasta Obama ha tenido que pronunciarse. Una serie que estruja las entrañas del espectador y desvela las oscuridades de la justicia estadounidense”.
De modo que ver este documental, tan minuciosamente elaborado, es una sugerencia que les hacemos a los lectores de Telediez. Que la disfruten. Y se indignen con el caso, como nos hemos indignado nosotros.
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