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09/05/2024
El Paraguay alterno de Marito
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez no se pronunció ante los desastres que dejó el temporal del fin de semana. Arboles caídos, vehículos flotando por el raudal, casas que cayeron y para completar: el incendio en Petropar.
Aparentemente Marito por “salud mental” no vio las repercusiones en las noticias. Ya que hace unos días confesó que justamente por “salud mental” hace una especie de realidad paralela y no ve lo que publican medios de comunicación.
Además de eso también dijo que lee la biblia antes de “empezar a trabajar por el pueblo”. Quizás el presidente adoptó que Dios toma su descanso los fines de semana y lo imitó. Pero también existen otros tantos versículos sobre el trabajo que al parecer Marito aun no leyó.
Pero más allá de las prácticas que tenga el presidente de la República, Paraguay tiene muchos problemas urgentes y la tormenta desnudó alguna de ellas. Entre ellas que Petropar no tiene un sistema de alarma y aviso de evacuación acorde ante la situación.
A las 5:35 de la madrugada de ayer, desde la cuenta de un usuario de Twitter se viralizó un video de 11 segundos que muestra a distancia el incendio del tanque de alcohol en Petropar, cuando aparentemente impacta un rayo sobre el mismo tanque en llamas. Esta imagen generó dudas sobre las causas del incendio y más cuestionamientos sobre los mecanismos de seguridad de la petrolera estatal en su planta de Villa Elisa.
El titular de Petropar, Denis Lichi, dijo a medios de prensa que: “Todos los tanques tienen pararrayos”. En tanto, Rafael Valdez, presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, dijo a 730 AM: “El origen del fuego se dará luego de una pericia técnica. El pararrayos es muy eficaz pero hay casos en que la descarga es tan intensa que no puede absorber en totalidad”.
Al poner en duda el sistema de seguridad de Petropar los cuestionamientos de una mala administración de recursos fue tendencia en redes sociales. Para no ir tan lejos, la antecesora de Lichi, Patricia Samudio estuvo en el ojo de la tormenta en plena pandemia por la compra de tapabocas por unos 260.000.000 de guaraníes (a un precio absolutamente superior al del mercado), termómetros a 1.700.000 guaraníes cada uno y el agua tónica “inmunizante” por unos 25 millones de guaraníes.
Y más allá de que Petropar haya sido el foco de atención tras la tormenta, otras situaciones como el estado calamitoso de las calles y el eterno problema de las basuras en cada raudal fueron coprotagonistas del diluvio.
Es de suponer que quienes informan en exclusiva a Mario Abdo sobre los asuntos del país son los ministros y otros altos funcionarios. Quizás por eso el presidente cree que vive en un país de maravilla, un mundo alterno en que los problemas cotidianos no embisten a la sociedad rezagada.
El “caiga quien caiga” quedó lejano en una frase que solo es sinónimo de desgobierno. Pero según dijo Marito “pueden putearme, pero no pueden refutar los números”. El puesto número dos del más corrupto en Sudamérica –Según Transparencia Internacional- es quizás un número del que el presidente no está enterado.
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