Paraguay prepara a más de 100 intérpretes continuos para el mercado estadounidense
09/05/2024
UN NEGOCIO DONDE NO ABUNDAN LOS DISTRAÍDOS
Apareció Roque y ardió Troya
La irrupción del futbolista Roque Santa Cruz en el negocio de tapabocas para el ministerio de Salud, cayó como dinamita en el ambiente de los proveedores del Estado. Sobre todo, entre los favorecidos con frecuencia con los contratos directos o las licitaciones.
De alguna manera el futbolista apareció como un “intruso” en el ambiente de los que tenían prácticamente asegurado el negocio. Y para peor, sin tener ningún vínculo conocido con la actividad textil. Y ardió Troya.
Y el blanco no fue precisamente Roque, sino sus socios comerciales, que pueden ser más o menos presentables (o impresentables), según el cristal con que se mire. Sobre todo, para los involucrados en los negocios con el Estado (donde no abundan los distraídos).
Pero a la hora de eliminar competencia, todo sirve: trapitos sucios, limpios o más o menos. Lo que venga. Y además, la acusación de que la empresa de Roque irrumpió en el mercado sin contar con el permiso de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (DINAVISA).
Un detalle curioso, ya que hace apenas un mes (14 de abril de 2020) el propio presidente de la Asociación de Confeccionistas del Paraguay, Diego Daud, decía al portal Infonegocios que “con la liberación de la producción y venta de artículos sin el registro de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (DINAVISA), la industria textil tuvo un repunte significativo en sus actividades, ya que se encuentran produciendo mascarillas (desechables de TNT y reutilizables de tela) y trajes de protección”.
Pero hay más. Ayer una fuente del ministerio de Salud comentó que la presión más fuerte contra la irrupción del futbolista en el negocio venía del propio del Ministerio de Industria y Comercio. Y que incluso no sería ajena al tema la propia ministra Liz Cramer.
¿Qué interés podría tener el MIC o la propia ministra en que el futbolista incursione o no en el negocio?
Y los datos direccionan justamente hacia Diego Daud, el presidente de la Asociación de Confeccionistas del Paraguay, a quien sindican como alguien cercano a la ministra Cramer.
En la página de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas se puede constatar que Diego Daud es un hombre con suerte a la hora de salir sorteado para hacer negocios con el Estado.
En solo cuatro “provisiones” facturó cerca de un millón de dólares con la empresa Ao Poti (ropa limpia). Hay dos compras de uniformes para la ANDE. Una de 1.665.377.010, y otra de 593.056.000 guaraníes.
En el portal de la DNCP aparecen otras dos “provisiones” atractivas de Ao Poti. Una por 2.994.524.000 guaraníes y otra por 899.313.620 guaraníes.
Para quien tiene un poco de paciencia para ver la totalidad de los números, hay más de 90 páginas dedicadas a las “provisiones” de Ao Poti. Es cuestión de tomarse el trabajo de leer todo y sumar cifras.
Y se podría decir que hasta es “comprensible” que, para cualquier empresa habituada a ganar licitaciones, como mínimo es molesta que de pronto aparezca un intruso para competirle la gallina de los huevos de oro.
Compartir
Comentarios