CONTRABANDO Y DECLARACIÓN JURADA DE BIENES LAS PIEDRAS EN EL ZAPATO DE LA U.I.P. Durante la cuarentena, el dolor de cabeza que atormentaba a los industriales nacionales era la exigencia de la declaración jurada de bienes para seguir participando de las...
las, piedras, en, el, zapato, de, la, u, i, p
CONTRABANDO Y DECLARACIÓN JURADA DE BIENES
LAS PIEDRAS EN EL
ZAPATO DE LA U.I.P.
Durante la cuarentena, el dolor de cabeza que atormentaba a los industriales nacionales era la exigencia de la declaración jurada de bienes para seguir participando de las grandes licitaciones como proveedores del Estado.
Como si el lamento no fuera suficiente, apenas se ablandaron un poco los controles sanitarios de la cuarentena, ahora se les suma el eterno vía crucis del contrabando. Una competencia desleal e ilegal que apunta al corazón de la industria nacional.
Pero esta vez les vino como anillo al dedo para volver a arremeter contra el intento de imponerles la obligatoriedad de la declaración jurada de bienes. Anoche en una entrevista con el canal GEN el vicepresidente Enrique Duarte justamente centró su discurso en estos dos puntos de la polémica.
Las autoridades, en vez de buscar mecanismos eficientes para evitar el ingreso masivo de productos de contrabando (que ya les genera pérdidas millonarias al fisco y a la industria nacional) les agrega un nuevo punto de fricción a los industriales con el tema de la declaración jurada de bienes.
Este último punto lo definirá la Sala Constitucional de la Corte. Si declara la inconstitucionalidad, queda sin efecto, Pero mientras eso no ocurra, es de práctica imprecisa, porque hay abogados que dicen que la DJB es solo aplicable para funcionarios públicos. Sin embargo, hay otros que sostienen que mientras la Corte no declare la inconstitucionalidad se tendrá que cumplir.
Lo que la Corte no puede resolver es el drama del contrabando. Son las autoridades encargadas del control aduanero y fronterizo los que deben dejar de tolerarlo (o apañarlo, como es la creencia generalizada). De no ser así, la industria nacional y el fisco seguirán siendo víctimas de una enfermedad que aparenta incurable, por indiferencia o complicidad.
Comentarios