COCINEROS, FAMOSOS, MILLONARIOS Y SUICIDAS COINCIDENCIA FATAL Lograron todo lo que quisieron. Éxito, fama, dinero. Un mismo destino, con un final trágico. Aportaron a la gastronomía internacional creatividad, trabajo riguroso y pas...
coincidencia, fatal
COCINEROS, FAMOSOS, MILLONARIOS Y SUICIDAS
COINCIDENCIA FATAL
Lograron todo lo que quisieron. Éxito, fama, dinero. Un mismo destino, con un final trágico. Aportaron a la gastronomía internacional creatividad, trabajo riguroso y pasión por el mundo culinario. Los cuatro tenían en su legajo las estrellas Michelín, consideradas la biblia gastronómica, ya que dice cuáles son los mejores restaurantes y cocineros del mundo. La drástica decisión que tomaron estos cocineros lleva a una reflexión sobre la salud mental y la presión del trabajo como cocinero.
Bernard Loiseau, el cocinero francés era propietario del restaurante Côte d'Or. Ya tenía tres estrellas Michelín, además de otros reconocimientos por su estilo de cocina. Un artículo por el crítico gastronómico François Simon decía que Michelin consideraba retirarle a Loiseau una de sus tres estrellas, eso lo desestabilizó aparentemente. La presión y el temor de perder el prestigio encaminaron a que el chef decida quitarse la vida en la habitación de un hotel de un disparo en el año 2003.
Otro cocinero con trágico final fue el estadounidense Anthony Bourdain. Era mediático programas de televisión y libros de gastronomía. Tenía tres estrellas Michelín. Dicen que Boirdain había perdido gran parte de su fortuna, aparentemente eso lo llevó a una crisis amparándose en el crack y la heroína. Confesó que era un “alma infeliz” y que sufría de “rabia psicótica”. Ni toda la fama ni el prestigio pudieron detener que en junio de 2018 se ahorcara en la habitación de un hotel en Francia.
El francés Benoit Violeir es otro de los cocineros con destinos fatales. Considerado el mejor cocinero del mundo. Bernoit decía que era mucha presión estar a cargo de un restaurante con tantos premios, por supuesto, también contaba con tres premios Michelín. Pero se presume que la fama ni los premios lo llevaron a quitarse la vida en 2016 sino ser víctima de una estafa y haberse endeudado con más de 3 millones de euros. De un disparo con arma de fuego se quitó la vida en su casa de Suiza.
Y completando el cuarteto de cocineros de trágicos finales está el estadounidense Homaro Cantu. Es recordado por incursionar en la gastronomía molecular, una forma gastronómica que investigaba las trasformaciones químicas en los alimentos durante su cocción. Cantu tenía una estrella Michelín y era propietario con un grupo del restaurante Moto en EE.UU. La causa de su suicidio se supone que fue por una demanda de su grupo de inversores que lo acusaron de haber usado fondos del restaurante de manera indebida. Homaru Cantu se suicidó en una fábrica de cerveza artesanal que él mismo había creado.
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