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09/05/2024
TRATO DIFERENTE A BODAS CLASE "A" Y CLASE "B"
"Masacran" a la fiscalía en la redes
En las redes sociales se disparó una indignación colectiva por el trato dispar a los asistentes en dos casamientos en plena pandemia. Uno de origen humilde al que la fiscalía le cayó con todo y otro con quienes se hicieron los distraídos aparentemente. Quizás porque como dijeron en uno de los tantos comentarios en twitter “Uno es pelagato. El otro un ciudadano de primera y con plata”.
La boda "chuchi" fue la de Gabriel Esculies y Soledad Martínez y la otra de Jonathan Villagra y Marcia González.
Twitter es el sitio donde canalizaron esta indignación. "¿Cuál es el criterio @MinPublicoPy sobre dos casos IDÉNTICOS en donde se violaron cuarentena obligatoria? En primer caso, nada. En segundo caso hay detenidos. El art. 46 de CN dispone que todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos" decía uno de los tweets.
“Primer casamiento gente pudiente y con amigos, Segundo casamiento gente común y se les aplica la Ley. Qué asco vivir con esta corrupción y sin garantías jurídicas”
“Uno es proveedor del estado, el otro compro pilsen’i nomas para festejar, con esto no defiendo a los del segundo caso” decía otro de los comentarios.
"Hace muchísimo tiempo que en Paraguay existen dos clases de ciudadanos: de primera y de segunda clase. Una que roba mandarina para comer va a tacumbu. Y las de primera roba millones y va en su casa a disfrutar de lo robado". Dice otro de los tweets.
“Sencilla la respuesta, dinero, influencias y poder. Así nomás es. Existen ciudadanos de 1ra, 2da y 3ra categoría. El Art 46 CN es letra muerta” decía otro.
“Los Esculies son de sangre azul, tenían el teléfono de la empleadita Sandra Quiñonez. En resumen son ciudadanos de 1ra. Y los imputados ko son de Luque nomas por eso a las masmorras" expresaba otro comentario.
Se consultó con la fiscal general del Estado Sandra Quiñónez pero no respondió al respecto. Tampoco respondió el fiscal Oscar López pero dijo a ABC Cardinal que no intervino en la boda “chuchi” por orden superior y porque no hubo flagrancia.
Parece ser que para el “amor en tiempos de coronavirus” el lugar o las personas deben ser selectivas. Porque aparentemente no se midió con la misma vara la boda hecha en Carmelitas con la de Luque.
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