MÓNICA SEIFART NO SE HACE ENCONTRAR No está, no atiende, no responde… Mónica Seifart ya sumó a su curriculum cargos de relevancia en el primerísimo anillo presidencial: asesora jurídica, secretaria gener...
no, está, no, atiende, no, responde…
MÓNICA SEIFART NO SE HACE ENCONTRAR
No está, no atiende, no responde…
Mónica Seifart ya sumó a su curriculum cargos de relevancia en el primerísimo anillo presidencial: asesora jurídica, secretaria general y jefa de gabinete. No es alguien que pasó nomás por la vereda del Palacio, vio la puerta abierta y entró. Tampoco es alguien que el presidente pueda decir “si te he visto no me acuerdo”.
Fue Mónica Seifart quién le conectó a Ignacio Pidal con Edgar Melgarejo en las primeras tratativas para las “compras de urgencia” de los insumos médicos chinos (rechazados en su totalidad por una serie de irregularidades). Al menos esa es la versión de Pidal.
La versión de Mónica Seifart no se sabe porque nunca respondió a los mensajes que se le enviaron. Igual suerte corrieron en Radio Monumental cuando intentaron consultarla, según contó Menchi Barriocanal.
Pero hay más. Es el propio Pidal también quien dice haber puesto al tanto a Mónica Seifart cuando Melgarejo le planteó sobrefacturar las camas en cuestión de 110 dólares a 200 ya en su costo de origen en China. Al final las camas se elevaron mucho más: 4.250.000 guaraníes cada una (unos 700 dólares).
Mónica Seifart es parte del riñón del Palacio. Si ella se entera de una maniobra fraudulenta, como la que relata Pidal, es de suponer que inmediatamente pondría al tanto al propio presidente de la República, su jefe directo, además. Lo contrario, supondría encubrimiento.
Pero hay más. Según Pidal en la reunión con Melgarejo también estuvo otro hombre cercano al presidente de la República: Raúl Silva (alto funcionario de la EBY), además de Nery Rodríguez (director de Insumos Estratégicos del ministerio de Salud).
Es decir, el planteo fraudulento que se le atribuye a Melgarejo prácticamente se expandía ante los ojos y oídos del Presidente, a través de cercanos funcionarios suyos.
Y la frutilla de la torta: el mensaje que dijo haber recibido Pidal desde un celular desconocido: “Cerrá la boca si querés que tu familia esté bien”. No suena precisamente como una frase bíblica.
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