NO TIENE REPRESENTACION, DICEN EN EL PALACIO Un curioso embajador de buena voluntad en EE.UU. Un aluvión de fotos en sus redes sociales autopromocionándose con congresistas, funcionarios y catedráticos estadounidenses. Cualquiera supondría que Darío Le...
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"NO TIENE REPRESENTACION", DICEN EN EL PALACIO
Un curioso "embajador" de
buena voluntad en EE.UU.
Un aluvión de fotos en sus redes sociales autopromocionándose con congresistas, funcionarios y catedráticos estadounidenses. Cualquiera supondría que Darío Lezcano es un representantre oficial del Estado paraguayo. De hecho, eso parece ser el objetivo de Darío Lezcano.
Además en todo momento insinúa (por usar la palabra más generosa) que está representando al país en los Estados Unidos. A nadie tampoco le está vedado promocionar a su país y promover inversiones o cualquier otra actividad que pueda ser beneficioso para el país.
En fin, Darío Lezcano parece ser ser un representante del Estado paraguayo haciendo contactos para promover el bienestar del Paraguay. Hasta ahí todo bien.
El problema es que hay ciertos antecedentes de Darío Lezcano que no lo hacen precisamente el representante ideal para promocionar al país y mucho menos promover inversiones extranjeras en el país.
Tiempo atrás Darío Lezcano fue grabado con una cámara oculta intentando extorsionar justamente a unos inversores extranjeros que habían montado un shopping en Ciudad del Este. Y para forzar el "arreglo" apeló (según sus propias palabras) a contactos de alto nivel en la propia Corte Suprema de Justicia.
Y las cifras del "arreglo" planteado eran millonarias en dólares. Según él mismo menciona en la grabación, en principio las cifras del "arreglo" rondaban los 7.000.000 de dólares, hasta que finalmente, tras varias "generosas rebajas" quedó en 1.200.000 dólares. Todos los detalles de la negociación quedaron registrados en la cámara oculta.
Darío Lezcano según su propia confesión "hizo cerrar" el shopping apelando justamente a sus contactos del Poder Judicial. Y para reabrirlo exigía la millonaria cifra, para lo cual apelaría nuevamente a sus contactos del Poder Judicial.
Si los dueños del shopping se ponían con la cifra exigida, "en 24 horas yo te reabro el shopping. Yo me hago responsable", decía Darío Lezcano.
Pero hay más. Según una alta fuente del Gobierno, Darío Lezcano no es representante del Estado ni del Gobierno paraguayos, aunque se intente insinuar tal representación. De lo que se deduce que todos los contactos que ilustran las fotos de sus redes sociales serían de su propia cosecha, sin ningún vínculo oficial con el Gobierno.
No obstante, resulta curioso que ningún representante del gobierno haya salido públicamente a aclarar que Darío Lezcano no representa al Estado ni al Gobierno paraguayos, pese a la variedad de publicaciones en las que él mismo insinúa tal representación.
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