LA FISCALA TERESA SOSA ENREDÓ MÁS EL CASO SALUM NO ACLARE QUE OSCURECE El trámite era sencillo. Un grupo de viajeros que llegó de los Estados Unidos y debía guardar la cuarentena obligatoria en un sitio previamente de...
no, aclare, que, oscurece
LA FISCALA TERESA SOSA ENREDÓ MÁS EL CASO SALUM
NO ACLARE QUE OSCURECE
El trámite era sencillo. Un grupo de viajeros que llegó de los Estados Unidos y debía guardar la cuarentena obligatoria en un sitio previamente destinado para el efecto.
Pero uno de estos viajeros, el empresario Karim Salum, en vez de quedarse con el grupo a guardar la cuarentena, se fue a su casa, violando tranquilamente el aislamiento obligatorio.
Bastó que saliera a luz el privilegio concedido a Salum (a diferencia del resto del pasaje) para que la denuncia se hiciera pública
Y la fiscala Teresa Sosa fue designada para abrir la investigación. En un abrir y cerrar de ojos, la fiscala Sosa liberó a Salum.
¿Qué paso? La inexplicable actuación de Sosa, tenía otra “explicación”. Detrás estaba la propia fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez. Y Teresa Sosa no podía dejar en “offside” a su propia jefa.
El propio ministro asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia, Federico González destapó la olla: dijo que la propia Fiscal General del Estado Sandra Quiñonez presentó un certificado médico para que el empresario Salum vaya a su casa, violando la cuarentena obligatoria.
Se intentó una respuesta de la propia fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez. Pero no respondió los mensajes ni la llamada. Aparentemente, tenía el celular apagado.
La fiscala Teresa Sosa (subordinada de Sandra Quiñónez) trató de explicar caóticamente lo ocurrido. Pero en vez de aclarar la situación la enredó más. En realidad se enredó ella misma con su propia información incorrecta.
La fiscala Sosa dijo que se hizo una separación de las personas que arribaron al país. Por un lado las personas que eran mayores de 60 años (entre las que incluyó a Salum) y el resto que debía ser retenido para guardar la cuarentena.
Pero un pequeño detalle. De acuerdo a los datos que trascendieron, Salum nació el 2 de setiembre de 1969, por lo que tendría solamente 51 años. Fue justamente lo que le señalaron a Sosa en una entrevista con ABC.
Y la respuesta de la fiscala Sosa se disparó fuera de todo rigor: “Yo sinceramente le vi, le miré, le observé y me pareció que era una persona mayor de 60 años”, dijo.
Es decir hizo una evaluación “a ojo”, para que la persona evaluada sea beneficiada para ir a su casa. Ni siquiera requirió sus documentos personales para verificar la edad, lo que restó toda seriedad al procedimiento.
Lo real y concreto es que la fiscala Sosa no podía dejar en “offside” a su propia jefa. Lo que no tuvo en cuenta es que el ministro González destaparía la olla. Y destapó. Y quedó ella en “offside”.
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